PRIMERA AYUDA PSICOLÓGICA EN SITUACIONES DE DESASTRE (OPS, 2006)

23.09.2017

ACTITUDES DE QUIEN VA A AYUDAR


Los que prestan la primera ayuda psicológica requieren desarrollar ciertas actitudes que les permitan establecer lazos psicológicos con las personas en crisis, ganar su confianza y demostrar su disposición para ayudarlas.

A continuación, se hace un resumen de las más importantes:

  1. Actitud serena, respetuosa, cordial y afectiva, pero firme; la persona asistida no espera que el que auxilie se sume a su crisis sino que la ayude a superarla.
  2. Evite ser crítico. No enjuicie ni sermonee.
  3. Permita que la persona afectada se exprese hablando o llorando; éste es el mejor recurso (catártico) en la asistencia psicológica de urgencia.
  4. La víctima debe percibir que el auxiliador la comprende y entiende; es esencial para lograr la aceptación del afectado.
  5. No trate de resolver, responder o aclarar todas las preguntas o afirmaciones que la persona haga en ese momento sobre aspectos como las causas del desastre y "la mala suerte que le ha tocado".
  6. No intente calmar a la persona afectada convenciéndola de que está equivocada en sus juicios o apreciaciones.
  7. No intente modificar las conductas defensivas, como el no aceptar los acontecimientos o las pérdidas sufridas; constituyen una especie de defensa psicológica inicial, la cual conserva el funcionamiento de la personalidad durante la fase aguda.
  8. Autocontrol: el que ayuda debe controlar su propio comportamiento.
  9. Disposición para trabajar en equipo.


LA COMUNICACIÓN EFECTIVA SE BASA EN LA ESCUCHA RESPONSABLE

La comunicación efectiva no es una competición de quién gana o pierde. La clave es la actitud de escucha responsable.

  • Escuchar significa dejar hablar libremente a la otra persona.
  • Escuchar significa percibir tanto el contenido como los sentimientos.
  • Escuchar requiere sensibilidad.
  • Escuchar ayuda a establecer la confianza entre las partes.
  • Escuchar permite relajarse al que habla.
  • Escuchar manteniendo el contacto visual directo.


PRINCIPIOS BÁSICOS GENERALES O PAUTAS PARA LA ACTUACIÓN


  • Asegúrese de que la primera ayuda psicológica no interfiera ni complique los primeros auxilios médicos.
  • Elimine o reduzca la hiperactividad. La persona, generalmente, realiza numerosas actividades sin terminar ninguna; puede ser muy crítico o conflictivo y poco paciente. Se le deben asignar algunas actividades de poca complejidad.
  • Evite la inmovilidad. La persona que no puede moverse debe ser ayudada cuando existe la seguridad de que no hay ninguna razón física que lo justifique. Se debe hablarle, sentarla en un lugar seguro y asegurarse de que esté abrigada.
  • Elimine la posibilidad de pánico. El pánico no es la conducta esperada o típica de la población. Sin embargo, la persona en estado de pánico debe ser tratada con firmeza, pero siempre con respeto, sin gritarle. Si hay más personas presentes, deben ser apartadas. Hay que evitar que el sujeto en pánico corra, abrazándolo fuertemente, no dejarlo solo y traer sus pensamientos a asuntos cotidianos.
  • Aparte a la persona apática. La persona apática no molesta pero debe ser situada en un lugar seguro, resguardándola del frío.
  • La persona que está en estado de choque o conmoción debe ser alejada del ambiente traumático. Hay que hacerle sentir que está acompañada, sostenerle la mano, abrazarla, acariciarla, hablarle con tono afectuoso y sereno, llamándola por su nombre.
  • Si la persona expresa sus sentimientos de dolor o frustración con un comportamiento agresivo, por ejemplo, golpeando objetos, acompáñela calmadamente, sin tratar de detenerla inmediatamente, a menos que la seguridad de ella misma o de otros corra peligro.
  • Si la persona afectada está confusa o no tiene una impresión clara de lo que le está sucediendo, de primera respuesta debe contestar las preguntas comunicando claramente que está actuando solidariamente para resolver sus problemas.
  • Evite los relatos con detalles horripilantes, pero tampoco tratar de minimizar lo sucedido como "si aquí no hubiera pasado nada".
  • Estimule y favorezca que las personas afectadas se incorporen a las tareas de ayuda mutua entre sí, tan pronto como sea posible.
  • El contacto físico facilita las cosas y crea una sensación inmediata de seguridad, por ejemplo, si se le coloca la mano en su hombro mientras se le escucha. No obstante, se debe proceder con cautela en la proximidad a una persona afectada, ya que hay personas o culturas a las que puede resultarles incómodo un contacto excesivo.
  • Actuar con calma tiene un efecto tranquilizador sobre las personas afectadas. La calma es casi tan contagiosa como el nerviosismo; es necesario hablar sosegadamente y en tono normal.
  • La soledad crea sentimientos opresivos. Siempre que sea posible, se debe permanecer junto a la persona afectada y decirle que dispone del tiempo suficiente para ayudarla; no deje a la víctima sola o, al menos, asegúrese de que alguien esté con ella. Evite correr de un lugar a otro.
  • Evite comentarios inadecuados, por ejemplo, decir que la ambulancia tarda demasiado o que hay que apresurarse en llegar al hospital.
  • Facilite que la persona afectada se desahogue; el llanto puede ser un buen ejemplo, es un poderoso alivio para los sentimientos y evita sentirse extremadamente opresivo. Se debe proteger la intimidad de la persona que desee llorar.
  • Evite los curiosos. Las personas afectadas, por lo general, están incomodas por la posibilidad de que otros lo contemplen en la expresión de sus sentimientos; la ayuda debe consistir en apartar a la persona afectada y llevarla a un lugar con cierta privacidad.
  • Si la víctima demanda información sobre su situación personal es necesario: Explicar lo que se le está haciendo de forma que lo entienda, evitando palabras técnicas y de alto contenido emocional.
  • Se pueden usar los siguientes mensajes: "Esto duele un poco, o esto no duele", "Te vamos a poner un vendaje", "Vamos a subirte a la ambulancia", "Luego te llevaremos al hospital" "Si te pongo esto, estarás más cómodo".
  • Si la víctima solicita información sobre otras personas afectadas por el desastre y existe la certeza de que la situación no es muy grave, se debe adoptar una actitud tranquilizadora. Se puede decir: "Están siendo atendidos", "Mis compañeros están con ellos", "Cuando sepa algo, ya se lo diré".
  • Si existen signos claros de fallecimiento (personas cubiertas con mantas) y la víctima tiene acceso visual a la situación, ante la demanda de información, ofrezca una información objetiva.
  • Evite comentarios como "Puedo imaginarme por lo que has pasado". Es mejor "Debe haber sido terrible" o "Debe ser muy duro para usted superarlo"


10 REGLAS DE LO QUE NO SE DEBE HACER

  1. No aconsejar.
  2. No ponerse de ejemplo (el auxiliador).
  3. No enfatizar excesivamente los aspectos positivos.
  4. Frases como "podría haber sido peor" pueden ser contraproducentes.
  5. No minimizar el hecho; la frase "no pasa nada" suele ser negativa.
  6. No bromear, la ironía puede ser ofensiva o contraproducente.
  7. No dramatizar; si la persona llora, el auxiliador no tiene por qué hacerlo.
  8. No engañar a la víctima, ni fingir.
  9. No favorecer la actitud de culparse.
  10. No actuar defensivamente.
  11. No favorecer dependencias directas del afectado con el auxiliador. 
© 2017 Paula Echegaray, Zempoala 20, Ciudad de México, 03010
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